El prinicpal, el mal de todos los males es el no saber que no sabemos. Por ahí comienza todo. Es como cualquier problema, lo primero es siempre identificarlo y reconocerlo. En todos nuestros años de vida nadie nunca nos sentó a enseñarnos a como manejar nuestro dinero. Pasamos 18 años en la escuela preparándonos para conseguir un trabajo y nunca nos detuvimos (o nos detuvieron) a aprender a utilizar la única herramienta que todas las profesiones usan: el dinero.
Una vez sabiendo esto (que supongo que si están escuchando el podcast deducimos que así es) podemos irnos a puntos más concretos:
- Gastar más de lo que se gana
- Ahorrar (o tratar) después de gastar
- No presupuestar
- No planear emergencias
- Creer que ingreso es riqueza
Creo que los problemas que mencionamos anteriormente son casi naturales en el ser humano, entonces si se le enseña nada a los niños, por lo menos van a tener los mismos problemas en el futuro que nosotros hoy. Por lo menos.
Muchos todavía batallamos con eso, pero creo que es más obvio en los niños. A veces la vida se encarga de enseñarnos a la mala a ahorrar, invertir, posponer cosas. Pero si no... ahí es donde acabamos comprando cosas que ni podemos pagar ni queremos tener, acabamos yéndonos al trabajo que nos pague más hoy, acabamos usando crédito sin medida, etc.
Es raro que un niño planee o que haga una estrategia. Si esto no se trata las consecuencias en la vida adulta son muy obvias. Acabamos usando nuestro tiempo apagando fuegos en lugar de ir creciendo lo que tenemos.
Ahora, el mundo cada día esta mas digitlizado, por lo que al usar dinero electrónico, tenemos menor fricción que si usaramos efectivo. Este problema ya existe pero va a ser mayor para futuras generaciones.
Tiempo + Interés compuesto = magia
El aprendizaje activo es cuando haces para aprender. Estamos acostumbrados al aprendizaje pasivo, ver videos, escuchar a alguien, leer; y aunque éste también es necesario y bueno, los niños practicamente diseñados para aprender activamente: jugando, haciendo, moviendose.
Los niños no están tontos, simplemente aprenden de manera distinta a nosotros porque su vida es diferente a la nuestra. Al niño e incluso al joven hay que hablarle con cosas de su mundo, no viéndolo hacia abajo como muchos hacen sino empatizando con su estilo de vida. Los niños no trabajan ni se preocupan por el dinero, a diferencia de nostros, pero los niños si quieren cosas materiales o hacer algo y eso requiere dinero. Si empatizamos con su día a día podemos apelar a esas emociones que ellos ya entienden.
Es parte del active learning. Aprender jugando es aprender haciendo. Pásamos miles de horas jugando videojuegos, los cuales muchos requieren de un pensamiento complejo: estrategias, agilidad mental, comprensión lectora, etc. ¿Por qué lo hacemos? porque estas cosas tan importantes no son el objetivo final, son herramientas para llegar al objetivo final: entretenimiento.
En un juego queremos avanzar ya sea para continuar la historia o para vencer a alguien o por deporte o por muchas otras cosas que consideramos divertidas. Al final ese es el punto: divertirse.
La gamificación del aprendizaje es lo más parecido a eso. Realmente el objetivo final no es solo divertirse sino aprender también, pero siguendo la estructura de las cosas que mencionamos anteriormente, podemos dar la sensación (y resultados) más parecidos a los de un juego puramente de entretenimiento.
Pensamos que la vida es un juego y el marcador es la cantidad de dinero que tienes, cuando sabemos que no es así. El dinero es una herramienta, es amoral, no es ni bueno ni malo, aunque sí es necesario. Enseñar esto a los niños desde esa edad es revolucionario. Esa herramienta puede ser usada para muchas cosas buenas, tanto personales como: vivir una vida comoda, mantener una familia, viajar. Como para ayudar a otros: invirtiendo en ideas de otros, donando, apoyando.
Encontrar ese balance entre dar y recibir; trabajar y disfrutar; ayudar y planear, es treméndamente importante.