La historia se centra en los esfuerzos del Dovahkiin (Sangre de dragón) para derrotar a Alduin, un dragón o «dovah» que, según la profecía, está destinado a destruir el mundo. La trama se sitúa doscientos años después de los sucesos de Oblivion y tiene lugar en la provincia ficticia de Skyrim. En el transcurso de la aventura, el jugador completa misiones y hace evolucionar a su personaje gracias a la mejora de sus habilidades. A diferencia de los títulos anteriores de la saga, el usuario no selecciona una clase concreta de personaje al inicio de la partida. Skyrim continúa con la tradición de mundo abierto al permitir que el protagonista viaje a cualquier parte del mapa y posponga u omita parcial o totalmente la historia principal.
Durante su desarrollo, fue considerado como un sucesor de la filosofía de Oblivion y de Fallout 3 de 2008. El equipo de desarrolladores optó por un mapa más diverso y único que la provincia ficticia de Cyrodiil en Oblivion, la cual Todd Howard —director y productor ejecutivo— consideró menos interesante en comparación con Skyrim. El juego se construyó utilizando un motor de videojuego elaborado por Bethesda Softworks específicamente para este título. La banda sonora estuvo a cargo de Jeremy Soule —quien también dirigió la música de Morrowind y Oblivion—.