Son los Centauros. Unos enormes, rudos; otros alegres y saltantes como jóvenes potros; unos con largas barbas como los padres-ríos; otros imberbes, ágiles y de piafantes bríos.Rubén Darío. Prosas profanas y otros poemas. Página 118. 1896.
La rígida disciplina del Colegio Alemán, la veneración y el mimetismo, muy explicable, por su esforzado padre, lo llevaron a afrontar la vida, casi imberbe, con serenidad y valentía. Aún estudiante de Medicina, el estricto cumplimiento de sus obligaciones no le impidió cultivar la amistad con una altura poco frecuente y como un imperativo de su espíritu.Jorge Avendaño Hübner. Perfiles de la medicina peruana (1974). Editorial: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima, 1983.
—¡Hay que mirar un rato! ¿eh? -decía un imberbe pisaverde, que parecía un figurín y tenía las piernas cruzadas y exageradamente remangado el pantalón para lucir unos calcetines ultramodernistas.Concepción Castella de Zavala. Cruz de flores. Editorial: Juventud. Barcelona, 1939.