Alfredo de Jesús Gutiérrez Vital es uno de los exponentes más importantes que ha dado la música popular colombiana en el siglo XX. Y aún en el siglo XXI sigue sosteniendo su prestigio de artista versátil y amo indiscutible de los escenarios.
Respecto a esto último se le reconoce como uno de los pocos showman que ha dado la música de acordeón colombiana, habilidad en donde el único que lo ha igualado es el cantautor guajiro Diomedes Díaz.
En estos momentos, además de una discografía extensa, politemática y polirritmica, ostenta la gracia de ser el único acordeonista colombiano que se ha alzado tres veces con la corona de rey del Festival de la leyenda vallenata, que se realiza anualmente en la ciudad de Valledupar (Cesar, norte de Colombia).
Debido a su recia personalidad se le ha conocido siempre como “El rebelde del acordeón”, pero también como “El monstruo del acordeón”, aludiendo a la genialidad innataque le ha permitido ser, además de excelso acordeonista, cantante, compositor, productor, arreglista e impulsor de artistas.
Por tales razones, ha recibido los siguientes premios:
Tres Congos de oro, en el Carnaval de Barranquilla.
Dos Trébol de oro y un Califa de oro, en México.
Cinco Guaicaipuro de Oro en Venezuela.
Nominación al Grammy Latino, en 2007 en Estados Unidos, en la categoría Cumbia/Vallenato, por su álbum El másgrande con los grandes.
Nació en la localidad de Sabanas de Beltrán, o Palo Quemao, (departamento de Sucre) el 17 de abril de 1943, en el hogar fundado por Alfredo Enrique Gutiérrez y Dioselina Vital.
Su padre era natural de la población de La Paz (Cesar) y pariente de la familia López, cuyos integrantes también hicieron historia, al conformar el legendario conjunto Los hermanos López, quienes, con la voz del también pacero Jorge Oñate, escribieron una página de oro en la historia del vallenato de los años 70.
Desde los cuatro años empezó a tocar el acordeón. En 1953, organizó con su padre y el profesor José Rodríguez el conjunto “Los pequeños vallenatos”, integrado por Arnulfo Briceño (autor del clásico Ay mi llanura); Víctor Gutiérrez, gran arreglista internacional; Alfonso y Ernesto Hernández, Adonai Díaz, Abel Rodríguez y Carlos Castillo, con quienes logró grabaciones en Venezuela y Ecuador.
En 1960, el acordeonista cesarense Calixto Ochoa lo presentó ante Antonio Fuentes, propietario de la empresa Discos Fuentes, donde, en octubre de ese mismo año, grabóMajagual, obra de su autoría.
En diciembre grabó Ana Felicia y La paloma guarumera,que se incluyeron en Alegre Majagual, el primer volumen del conjunto Los corraleros de Majagual.
Posteriormente, y después de cultivar muchos éxitos con Los corraleros… se convirtió en el artista estrella de la disquera Codiscos, donde grabó muchas producciones, de las cuales las más famosas son las que constituyen la serie Romance vallenato.
En Alemania es reconocido como uno de los mejores acordeonistas del mundo, a la vez que se estima que sus producciones discográficas han producido más de un millón de copias vendidas nacional e internacionalmente.
En sus producciones ha ejecutado excelentemente una variedad de ritmos como el paseo, el merengue, la puya, el son, la cumbia, el porro, el chandé, la guaracha, el pasebol, el paturki, el tango, la charanga y muchos más.
Desde hace más de treinta años, son muchos los acordeonistas, jóvenes y veteranos, quienes reconocen haber recibido influencia de Alfredo Gutiérrez, mientras lograban conformar sus propios estilos.