Los 32 equipos que forman parte de la NFL tienen una meta clara al inicio de cada temporada: ganar el Super Bowl, el juego más visto en Estados Unidos. Con este logro además de coronarse campeones, los jugadores se llevan importantes beneficios.
Uno de los premios es el económico que si bien varía año a año, se estima que cada uno se va a casa con $338 mil, cifra que incluye lo recaudado por ir avanzando en las distintas etapas de la postemporada.
A esto se suman los famosos anillos, símbolos de la gloria conseguida y que están fabricados por la empresa Jostens, que demora alrededor de 4 meses en hacerlos. El diseño del objeto (que cuesta alrededor de $5 mil) corre por cuenta del equipo ganador y su propietario, pero siempre lleva el nombre y el logo, más la temporada y el resultado con el que finalizó el partido.
Los primeros anillos estaban confeccionados principalmente en oro y diamantes, pero ahora lo que predomina es el platino. Algunos son recordados por los aficionados por el espectacular diseño que tienen, como uno de Los Angeles Rams que contenía una tapa y al levantarla se veía el So-Fi Stadium en miniatura.
Además de todo esto, tampoco se puede negar que individualmente los deportistas ven incrementos importantes en sus cuentas bancarias personales, debido a que las empresas los miran con interés para ofrecerles contratos de publicidad.
The last 10 Super Bowls 🏆👀 pic.twitter.com/wo9QWnVSMI
— NFL on CBS 🏈 (@NFLonCBS) January 28, 2025
La primera vez que el Super Bowl se llevó a cabo fue el 15 de enero de 1967. Su particular nombre, que se volvió una marca, se remonta a Lamar Hunt, ex dueño de los Kansas City Chiefs (y que murió en 2006), quien en la década de 1960 tenía hijos pequeños, los cuales jugaban con una pelota popular llamada Superball.
Tomando lo anterior como referencia, el ejecutivo decidió hacer algunas modificaciones y elegir Super Bowl, porque "bowl" era la palabra con la que se nombraba a los partidos importantes de fútbol americano que se hacían en esa época en las universidades.