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"Tenemos que ser pragmáticos": Bruselas "flexibiliza" la transición 'verde' para no lastrar la competitividad de Europa

Von der Leyen asegura que la UE mantiene su compromiso con la descarbonización, pero reconoce que hay que "adaptarse" al contexto y propone ya reducir la burocracia en las normas ambientales

La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a la izquierda, y el Comisario Europeo de Prosperidad y Estrategia Industrial, Stephane Sejourne, se dirigen a los medios de comunicación sobre la Brújula de Competitividad de la Comisión Europea en la sede de la UE en Bruselas, Bélgica, el miércoles 29 de enero de 2025.
Ursula von der Leyen y Stephane Sejourne, durante la reuda de prensa sobre la Brújula de Competitividad de la Comisión Europea.GEERT VANDEN WIJNGAERT | AP
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La Comisión Europea va a frenar el proceso de transición verde. O desacelerarlo o tal vez recalibrarlo, término que puede que guste más en Bruselas para no admitir explícitamente que se ha producido un cambio de postura. Pero el giro es real y la propia presidenta, Ursula von der Leyen, lo puso ayer de manifiesto: "Tenemos que ser capaces de adaptarnos. Tenemos que ser flexibles, y tenemos que ser pragmáticos, quizás, en lo que respecta a los objetivos del Pacto Verde y en su transición". El mensaje es claro y el objetivo también: no dañar la competitividad de la economía europea y hacer que la distancia con Estados Unidos y China sea todavía más grande.

Porque las declaraciones de Von der Leyen se encuadran en la presentación de la denominada Brújula de la Competitividad, la "guía" que recoge las intenciones de la Unión Europea en los próximos cinco años y que contiene pocas medidas concretas. Entre ellas, un paquete de actuaciones que buscan reducir la burocracia que las compañías tienen que cumplir en relación con la transición verde.

"El primer paquete Omnibus abarcará, entre otras cosas, una simplificación de gran alcance en los ámbitos de la información sobre finanzas sostenibles, las diligencias en materia de sostenibilidad y la taxonomía", recoge el documento que ayer presentaron tanto Von der Leyen como el vicepresidente ejecutivo para la Prosperidad y la Estrategia Industrial, Stéphane Séjourné.

Ese último punto, el de la taxonomía, es la vía para que inversores y empresas puedan diferenciar qué proyectos afectan al clima y al medio ambiente y cuáles no. Y al igual que el resto, exige a las compañías unos cumplimientos y una burocracia que ahora se reducirán para favorecer la innovación y competitividad. Eso sí, esto es una propuesta que hará la Comisión en febrero y que después habrá que negociar así que, como es habitual en Europa, no será ni mucho menos inmediato.

Todo ello, quiso remarcar Von der Leyen, no cambia el compromiso de la UE con los objetivos últimos del Pacto Verde y el objetivo de la descarbonización en 2050. Lo dijo casi al principio de la intervención conocedora de los análisis previos que se estaban haciendo de este documento que ya circulaba por Bruselas. Y a pesar de esa defensa inicial, las posteriores palabras de la presidenta no hicieron más que confirmar el giro verde que afecta directamente a la vicepresidenta para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera. Consultadas por este punto, fuentes de la cartera que ocupa la ex vicepresidenta española se limitan a señalar que la presidenta ha reiterado el compromiso con la transición verde. Nada más.

En el nuevo "pragmatismo" se antojan muy relevantes las presiones que Francia y Alemania han ejercido para conseguir una modificación de este tipo, y también el trabajo del Partido Popular Europeo (PPE) en este punto. Era una las prioridades de su presidente, Manfred Weber, que apostaba por mantener los objetivos, sí, pero suavizando el proceso para no lastrar todavía más a la economía europea.

Y también la industria de la automoción lleva meses advirtiendo de las negativas consecuencias del proceso de descarbonización tal como estaba definido. Este mismo jueves se reunirán con la propia Von der Leyen, a quien trasladarán, entre otras cosas, los 15.000 millones de euros en multas a los que el sector se enfrenta ya este año por no cumplir los objetivos de venta de vehículos eléctricos e híbridos.

Economía y tecnología "del mañana"

El documento también contiene una respuesta a la carrera que Estados Unidos y China ya están llevando a cabo por dominar la Inteligencia Artificial (IA). "Europa tiene que estar a la vanguardia de la innovación en los sectores tecnológicos que serán importantes en la economía del mañana, como la inteligencia artificial, los semiconductores y las tecnologías cuánticas, los materiales avanzados", cita el informe.

El propio hecho de que se hable de "economía del mañana" ya muestra que Europa va con retraso. Porque no es algo de mañana sino de hoy. De ya mismo. Y, además, lo que se contemplan son iniciativas y propuestas como las fábricas de IA o las estrategias de aplicación. Las actuaciones palidecen al instante con la inversión de 500.000 millones que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado para mantener al país en la vanguardia de la IA.

Y una última cuestión que no puede ser más paradigmática. Ya no sólo las medidas propuestas sino el propio documento se publica con retraso ya que estaba previsto para hace al menos 15 días. El motivo es la grave neumonía que sufrió la presidenta Von der Leyen, que requirió una hospitalización que la Comisión inicialmente ocultó y que ha vuelto a poner en evidencia el presidencialismo que ha impuesto la alemana: o presentaba ella el texto o no lo hacía nadie.